“Muchas medidas se van a eliminar”: Carlos Mellado anticipa que evalúan la situación del COVID-19

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Carlos Mellado anticipa que evalúan la situación del COVID-19

El secretario de Salud adelantó que analizan nuevas recomendaciones para las escuelas

En vista pública, Joanne Rodríguez Veve cuestionó a Carlos Mellado sobre la imposición de esta vacuna en jóvenes de 16 a 21 años.

El secretario de Salud, Carlos Mellado, negó hoy, miércoles, que la negativa de médicos u otros proveedores de salud de negarse a atender pacientes que no se hayan vacunado contra elCOVID-19 no constituye una violación a protocolos de Salud.

“No es una exigencia de Salud”, dijo al reiterar que, en general, los proveedores de salud no deben negarse a darle servicios médicos a nadie.

No obstante, el funcionario explicó que la relación médico paciente se basa en mutua confianza, por lo cual si se trata de un paciente nuevo y la situación no es una emergencia el doctor o proveedor podría negarse a atenderlo, particularmente en un ambiente privado.

“Pudieran negarse (a atender a un paciente no vacunado contra el virus) porque no se sienten cómodos”, dijo Mellado durante una vista pública para investigar el impacto que ha tenido el estado de emergencia decretado por el gobierno debido a la pandemia de COVID-19 (Resolución del Senado 464) que estuvo copresidida por la senadora Joanne Rodríguez Veve, presidenta de la Comisión de Asuntos de Vida y Familia del Senado, y la representante Lisie Burgos.

A preguntas de Rodríguez Veve el secretario se comprometió a evaluar los casos de este tipo que lleguen a la oficina de la legisladora para determinar si el proveedor está violando su deber de ofrecer servicios de salud.

“Existen mecanismos para que el paciente haga valer su derecho”, dijo el funcionario al referirse a la Carta de Derechos del Paciente y la Junta de Licenciamiento y Disciplinas Médicas, así como la Oficina del Procurador del Paciente.

El médico aclaró que, si se trata de una emergencia, la ley federal EMTALA garantiza que los hospitales atiendan a todo paciente.

“Salud no ha establecido como política pública que los médicos no atiendan a ningún paciente (vacunado o no vacunado)”, dijo.

Según Iris Cardona, principal oficial médico de Salud, actualmente 296,019 personas en Puerto Rico no están vacunadas contra el COVID-19. Esto, dijo, incluye personas que no han querido recibir este producto, otros que no pueden por razones médicas y bebés menores de seis meses que no pueden vacunarse.

La infectóloga pediátrica señaló, además, que previo a la aparición del ómicron y sus variantes estudios encontraron que la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 que se han estado administrando en Puerto Rico y Estados Unidos era de unos cinco a seis meses.

“Con ómicron y las subvariantes la situación (de la efectividad de estos productos) ha cambiado. La esperanza es que la vacuna biovalente protege contra las variantes ómicron”, reconoció Cardona.

Durante la vista el secretario de Salud negó que se hayan dado algún tipo de incentivos por hospitalizaciones e intubaciones de pacientes de COVID-19.

“Totalmente falso”, reiteró Mellado.

Agregó que, contrario a otras jurisdicciones, por ser una isla en Puerto Rico se deben considerar varios factores para mantener el estado de emergencia por COVID-19, entre estos: acceso a camas de intensivo, hospitalizaciones, infectólogos y neumólogos disponibles para ver a estos pacientes.

Melissa Marzán, principal oficial de epidemiología de Salud, indicó que, aunque el término de una persona vacunada se define como la que haya recibido la serie primaria o primeras dos dosis, una persona con la vacunación al día se refiere a los que hayan recibido las dosis de refuerzo de esta vacuna, según le apliquen.

“Salud no tiene un mandato de vacunación compulsoria (contra el COVID-19) a la población en general”, reiteró Rodríguez Veve.

Mellado comentó, no obstante, que los protocolos que se han establecido se basan en evidencia científica. Agregó que el período de emergencia por el COVID-19 se mantiene, por lo cual en el sector privado, como conciertos, podrían imponer protocolos adicionales relacionados a la prevención de casos de este virus.

Rodríguez Veve le cuestionó al secretario de Salud por qué se le está negando el certificado de salud a personas no vacunadas, y si la agencia emitió alguna directriz al respecto.

Mellado indicó que hay una orden administrativa de Salud que se enmendó el 5 de agosto del año pasado para incluir que el certificado de salud requiera que las personas tengan las primeras dos series de la vacuna contra el COVID-19.

“Hay lugares donde no pueden trabajar (no vacunados contra el COVID-19), como un hospital”, reiteró Mellado al comentar que hay patronos que piden exigencias más allá de las establecidas por Salud.

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Emitirán nuevas recomendaciones

El funcionario comentó, no obstante, que las restricciones no son “para que se queden la vida entera”. Anticipó que próximamente se emitirán nuevas recomendaciones para las escuelas.

“Muchas medidas se van a eliminar”, dijo al comentar que la agencia podría estar derogando pronto el mandato de vacunación contra el COVID-19 para la expedición de los certificados de salud.

“Esto (la pandemia de COVID-19) no dura toda la vida. Las medidas se toman en el momento histórico de la situación”, reiteró.

Durante la vista, Rodríguez Veve cuestionó por qué se mantiene el uso de mascarillas en las escuelas, considerando que la última orden administrativa (553) para el manejo del virus indica que es opcional en las áreas exteriores de los planteles escolares.

“Basado en la data que tenemos, estamos evaluando otras vertientes (de prevención)”, dijo Mellado, aunque tras un debate sobre el tema, indicó que en áreas exteriores no es obligatorio el uso de mascarillas en las escuelas.

Marzán comentó que el nivel de transmisión comunitaria de COVID-19 o incidencia de casos es “alto”, mientras el nivel de comunidad COVID-19, que mide incidencia y capacidad hospitalaria, es “moderado”. En los últimos siete días, dijo, se han estado registrando unos 900 casos diarios.

Agregó que este año se reportaron 1,684 muertes por COVID-19 en Puerto Rico, la mayoría en personas de 70 años o más con otras comorbilidades.

Por su parte, Rafael Iván Iriarte, especialista en medicina de familia, enumeró varios planteamientos de por qué entiende que la respuesta de las autoridades en Puerto Rico y Estados Unidos en el manejo y control del virus han sido “erradas” y basadas en “premisas incorrectas”.

Entre estas, el doctor mencionó que definir un caso de COVID-19 por una prueba positiva de PCR para SARS-CoV-2 es, a su juicio, “la peor práctica”, ya que, según dijo, muchos arrojan falsos positivos. Esto, mencionó, ha provocado la imposición de cuarentenas y restricciones de forma “innecesaria”.

Que la transmisión asintomática o en personas sin síntomas del virus es rara y que muchas personas tienen inmunidad al SARS-CoV-2 por su relación con otros coronavirus fueron otros de sus planteamientos. También comentó que hay personas más a riesgo de morir, como los de edad avanzada, con enfermedades crónicas o obesos; mientras que el riesgo en niños es bajo y no son “transmisores significativos de infección”.

Mientras tanto, la doctora María Carrascal, infectóloga pediátrica, opinó que la pandemia y las medidas tomadas por el gobierno para contener la propagación del virus ha tenido “múltiples repercusiones negativas”, especialmente en adultos mayores y la población pediátrica. Problemas visuales, ansiedad, trastornos en los patrones de sueño y agresividad fueron algunos efectos causados, sostuvo Carrascal, quien también mencionó la malnutrición, alza en la tasa de violencia doméstica y aumento de casos de salud mental como otras consecuencias.

“Siempre traté a mis pacientes (de COVID-19) como pulmonías básicas”, dijo Carrascal, quien comentó que no se debe obligar a los menores a seguir usando mascarillas en las escuelas.

Según la infectóloga, hay estudios que han encontrado que no hay diferencia en el riesgo de contagio entre el uso y no de mascarillas, con excepción de aquellos que tengan congestión nasal y otros síntomas sospechosos del virus que puedan contagiar a otros.

De acuerdo con Marzán, el uso de mascarillas está atado a los niveles de transmisión del virus.

“Lo que pasa es que no hemos podido llegar (en las escuelas) al nivel bajo de transmisión (de COVID-19)”, reiteró Marzán.

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