Debacle y corrupción en colegio de médicos. Todo lo que usted va a leer y escuchar en este reportaje especial, es producto de una investigación que involucra a fuentes muy allegadas al Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico (CMCPR), fuentes anónimas que han tenido el valor de proveer a este medio y este periodista datos testificales y documentales de todo lo que aquí va a ser expuesto.
Nada de lo que aquí es vertido forma parte alguna de la opinión del autor, sino de la información expuesta por las fuentes, la cual debe ser investigada por las autoridades.
Hemos protegido la identidad de nuestras fuentes, según ellas mismas lo han solicitado para poder expresarse, por miedo a represalias profesionales e inclusive por su seguridad e integridad física.
El CMCPR, fundado en 1995, y quien en sus orígenes se convirtió en una respetable institución médica, custodia de los postulados más íntegros de la academia médico-científica, hoy languidece víctima de largos años de mala administración, intrigas, entuertos, corrupción y pillaje, como parte de una red asociada al Cartel de la Medicina en Puerto Rico.
Durante la última década, el CMCPR mantuvo una proyección de honorabilidad artificial, bajo la protección y colaboración del gobierno, figuras políticas, cabilderos, organizaciones y empresas, muchos de los cuales utilizaron al CMCPR como puente para alcanzar sus propósitos de manejo de poder, incluyendo el enriquecimiento ilícito.
Desvío de fondos federales, cuestionables “inversiones” de cuotas de membresía, donativos de campañas políticas, estrategias para esclavizar a la clase médica, todo esto y mucho más fue canalizado a través del CMCPR.
El motor de la salud en Puerto Rico son los fondos federales, hablamos de que sobre un 85% del dinero que mueve el negocio de la salud en la Isla, proviene de fondos federales: Fondos Medicaid a través de “la reforma”, fondos Medicare Advantage, que tienen una penetración de más de un 90% de la población Medicare, fondos de programa de salud pública, fondos de emergencia como los pandémicos de vacunación, etc. Podemos ubicar en sobre $18,000 millones anuales el pote de la salud en Puerto Rico.
La mal llamada industria de la salud, que en lugar de producir, consume recursos sin producir resultados a mediano y largo plazo, no es otra cosa que una maraña de intriga, contubernio y corrupción, que a quien menos ayuda es al pueblo, el cual recoge menos que migajas de lo que pudiera ser un servicio de primera categoría a nivel mundial.
Vicios e inconsistencias jurídicas:
Aunque el CMCPR fue creado al amparo de la Ley 77 de 13 de agosto de 1994, mejor conocida como “Ley del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico”, posteriormente se dio paso a la incorporación de la institución bajo la Ley General de Corporaciones de PR… Oprime para leer esta sección
Período de pillaje y corrupción en el CMCPR:
Conforme a la alegación de una de nuestras fuentes, que llamaremos F1, aunque para algunos el expresidente Dr. Eduardo Ibarra no fue precisamente una monjita de la caridad, con la llegada del pediatra, Dr. Víctor Ramos Otero a la presidencia de la institución (2014-2022), el CMCPR se convirtió en el castillo del monje loco y se desencadenaron todos los espíritus de la corrupción dentro de este cuerpo.
Antes de entrar en materia, cabe señalar que los términos de los funcionarios electos en el CMCPR son de DOS AÑOS y el límite de términos consecutivos permitidos por reglamento para un presidente es de TRES TÉRMINOS.
Sin embargo, el Dr. Víctor Ramos Otero estuvo ocupando la presidencia del CMCPR por espacio de tres términos, es decir ocho años, esto debido a que se inventó la necesidad de cancelación de la convención y posteriormente de las elecciones de 2020, por dizque la emergencia de la pandemia y fue certificado, junto a otros funcionarios “bonafide”, contrario al reglamento. Es decir, de manera fraudulenta, por lo que todos los documentos, directrices y otorgamientos efectuados posteriores a 2020, firmados por Ramos Otero, podrían ser en efecto nulos, sin fuerza de ley que los sostenga.
Según explica nuestra fuente, Ramos Otero manejó varios esquemas de corrupción y enriquecimiento ilícito, algo que fue recogido en un informe de investigación interna presentado al Comité de Ética del CMCPR, junto a una querella ante el Senado Médico de la institución en 2021, el cual fue engavetado. Más adelante en este reportaje le brindaremos enlace a estos documentos.
Entre los hallazgos de esta investigación se presentaba el conflicto de interés de Ramos Otero en el manejo de fondos y el desvío de los mismos, entre muchos otros señalamientos.
Según otra de nuestras fuentes, que llamaremos F2, Víctor Ramos gestionó una serie de propuestas federales, tanto de vacunación, como de pruebas de Covid-19 y de capacitación de médicos para la telemedicina, donde según F2 “lo que hubo fue una distribución masiva entre él y sus secuaces”.
Y es que Víctor Ramos no actuó solo ni podía lograr sus propósitos actuando solo.
Nuestra fuente nos indica que la idea de la propuesta de la telemedicina, según alegaba Ramos Otero, se la dio el entonces secretario del Departamento de Salud, Dr. Lorenzo González, del cual nuestra fuente no pudo decirnos si éste último participó en el esquema, pero sí fungía como secretario del Departamento de Salud y participó del otorgamiento del contrato.
Existían unas condiciones en los contratos que generaron las propuestas, que impedían que funcionarios electos del CMCPR y/o sus familiares participaran de la administración y distribución de los fondos.
De hecho, el propio reglamento del CMCPR así lo establece en el “Artículo 5.3 inciso 4 Conflicto de Intereses 1. A los fines del reglamento, un conflicto de interés surge cuando un colegiado, con un cargo en uno de los cuerpos directivos, interviene en ambos lados de una transacción del colegio, o cuando en una transacción ante su consideración, posee algún interés personal o familiar de naturaleza financiera”.
Sin embargo, Ramos Otero fue el primero en ubicarse como director médico de las propuestas, y alegadamente le asignó fondos a sus abogados como gerentes de las mismas. Se dice que la división del botín, ascendió a varios millones de dólares.
Como presidente, Ramos Otero gozaba de un estipendio de $10,000 mensuales, una tarjeta para gastos de representación de $5,000 adicionales, además de “car allowance” y plan médico. Hablamos de un paquete de compensación que rondaba los $18,000 al mes.
La fiesta de las propuestas federales:
Cuando se aprueban las propuestas de vacunación y de pruebas de Covid-19, Ramos Otero comenzó a distribuir personalmente el jamón y según F2, el Lcdo. Carlos Cardona, uno de los abogados del CMCPR, aprovechó la situación para alegar ante la Junta de Gobierno del CMCPR, que Ramos Otero se merecía que se le permitiera quedarse con las partidas asignadas al director médico de la propuesta, la cual era una posición a la cual él mismo ya se había nombrado. Hablamos de un estipendio de $72,800 en una sola de las propuestas. F2 asegura que esto sucedió también en las demás propuestas.
Tal vez esta era la razón de la férrea defensa y ataque de Ramos Otero a todo aquel médico que se pronunciara en contra de la vacunación contra el Covid-19 y las pruebas.
El Dr. Luis Landestoy, secretario de la Junta de Gobierno, fue destituido de su puesto en alegada represalia, al éste divulgar serias irregularidades por parte de Ramos Otero en las propuestas federales, manipulación de actas y fraude en la utilización de su firma en diversos documentos sin su autorización.
Esto produjo que Landestoy notificara en carta al presidente del Senado Médico, Dr. Luis A. Valle Peña, solicitando una investigación oficial de los hechos.
Un comité Ad Hoc, nombrado en votación unánime por el Senado Médico, investigó la información provista por Landestoy y emitió un comprometedor informe que concluyó que en efecto la firma de Landestoy había sido utilizada de manera fraudulenta y criminal; que su relevo de funciones fue injustificado en acto de represalia; que Ramos Otero incurrió en conflicto de intereses; que ordenaba que fraudulentamente y en crasa violación del reglamento se borrara información que consideraba no conveniente de las actas y minutas; que se apropió de manera fraudulenta de fondos federales, entre otros hallazgos.
Este informe fue amapuchado y engavetado por el Comité de Ética, hasta el día de hoy que sale a la luz pública.
F2 asegura que Ramos Otero nombró como directora del Programa de VACUNACIÓN del CMCPR, con otro salario de $72,800, a la Lcda. Lynnette Sánchez, quien ya era asesora legal del Colegio y esposa del miembro del Senado Médico, Dr. Nabal Bracero, lo cual la inhabilitaba para dicho nombramiento conforme al antes mencionado artículo 5.3 inciso 4 del reglamento.
La Lcda. Sánchez, también fungía concurrentemente como asesora legal de la administradora de programas de vacunación VOCES, de Lilliam Rodríguez Capó.
La relación entre Sánchez, Ramos Otero y Rodríguez Capó era muy estrecha.
Ramos Otero también nombró a familiares suyos a posiciones dentro del CMCPR con jugosos salarios. Se alega que su hijastra, Sharimar Mojica era secretaria bajo una o varias de las propuestas.
Se alega que Ramos se tumbó cerca de $250,000 en el esquema de las propuestas.
Control de la directiva y del silencio:
Por su parte, F1 nos explicó que “Víctor tenía un control férreo de la directiva del Colegio, por lo tanto, lo que el decía era lo que se hacía”. Alegadamente, el “modus operandi” era montar los esquemas y mecanismos “a espaldas de la directiva del Colegio” y después que se hacían las cosas, buscaba que los mismos aprobaran lo que ya estaba hecho.
La Junta de Gobierno del CMCPR está compuesta por los presidentes de los cuerpos directivos, que son electos, en adición a los presidentes de los distintos distritos. Hablamos de una Junta de 19 miembros, y de acuerdo al reglamento, el presidente del CMCPR no es otra cosa que un portavoz de la Junta y no tiene poderes para tomar decisiones propias sin el consentimiento de la misma.
Inquisidor de médicos que afectaran su piquita:
El expresidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico (CMCPR), Dr. Víctor Ramos Otero se convirtió en cadete de inquisidor de colegiados que levantaran su voz en contra de las políticas de vacunación en Puerto Rico y del peligro que representan las vacunas contra el Covid-19.
Ramos Otero no podía darse el lujo… Oprime para leer esta sección
El esquema del plan médico de Víctor Ramos:
A su vez, F2 nos indica que “aquí concurrentemente corrieron varios esquemas, y en esos varios esquemas figuran básicamente las mismas personas”.
Otro de los esquemas que se le atribuyen a Ramos Otero y por el cual, ya existe una demanda en su contra, es el de un natimuerto plan médico tipo advantage, ideado por este personaje, utilizando la cara del CMCPR, mediante el cual, Ramos Otero desfalcó a miembros colegiados y al propio CMCPR, y por ende a toda la matrícula.
Ramos Otero incorporó el CMC Care Holdings LLC., del cual se nombró presidente, y gestionó la inversión de varias decenas de colegas colegiados, a los cuales alegadamente embrolló después de sacarle del bolsillo $1.2 millones, para dizque iniciar el proyecto.
Según se nos indica, ese dinero, que alegadamente “desapareció”, fue a parar a la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Isabela.
Pero, Ramos siempre piensa en grande y aspiraba a mucho más que eso. Por eso solicitó un permiso a la Securities and Exchange Commissions (SEC) para emitir $25 millones en acciones, antes de que el proyecto diera al traste por razones “desconocidas”.
El CMCPR llegó a recibir cerca de $4 millones anuales en cuotas de sus miembros, toda vez que se alega que en un momento dado habían sobre 15,000 médicos colegiados que pagaban $300 anuales de cuota. Esto lo hacía sumamente atractivo a todo tipo de avechucho que llegaban a alimentarse del maíz pagado por los propios médicos del país.
Hoy día son poco más de 9,500 colegiados, debido al éxodo de médicos, algo a lo que también aportó el CMCPR sirviéndole de trampolín, junto a organizaciones allegadas al Cartel de la Medicina en Puerto Rico, a empleadores extranjeros para que llegaran al país a ofrecerle villas y castillos a los médicos del patio. Pero eso es tema para otro reportaje. Cojan oreja los colegas periodistas.
Se alega que de esas cuotas y ese millonaje, salieron sumas fabulosas de dinero, como lo fue el préstamo para el supuesto plan médico de Víctor Ramos.
Hablamos de un préstamo de $700,000 con paradero desconocido, lo cual aumentó a $1.9 millones el dinero desaparecido para el natimuerto plan médico de Víctor Ramos.
Ese nefasto capítulo generó un borrador de Solicitud de Reunión Extraordinaria para pedirle cuentas a Ramos Otero, pero fue abortado. Se nos hizo llegar copia de ese borrador que habla por sí solo.
Se nos informa que los médicos timados se están organizando para demandar al CMCPR por el dinero invertido y desaparecido.
Hombre de influencias, contactos y buen amigo:
Según F2, desde antes de iniciar su carrera presidencial en el CMCPR, Ramos quien había fungido como presidente del Senado Médico, se hizo de relaciones influyentes, a los cuales luego nombró o contrató para diferentes funciones.
La relación y contactos de Ramos Otero en las más altas esferas hicieron que… Oprime para leer esta sección
Ramos y sus aliados las aseguradoras:
Algo que Ramos Otero supo hacer muy bien fue mantener una doble relación que satisficiera los intereses de las aseguradoras y a duras penas los de la matrícula, en una cuestionable y escabrosa relación, en un tema que es medular y que forma parte del mayor obstáculo que enfrentan los médicos del país en sus prácticas.
Se alega que Ramos Otero le rendía cuentas a las aseguradoras, porque estaba comprado por estas… Oprime para leer esta sección
Un nuevo presidente paladín de la pulcritud en el CMCPR:
El 1 de mayo de 2022 el cardiólogo, Dr. Carlos Díaz Vélez se convierte en presidente del CMCPR. Un nuevo presidente, que pertenece a una vieja escuela, al haber servido de vicepresidente y mano derecha de Víctor Ramos, y haber participado de las decisiones e iniciativas bajo la administración de este.
Para muchos, las elecciones de 2022 fueron otro montaje sacado de la manga de Ramos Otero, que puso a los pilares de su nefasta administración, su vicepresidente, Díaz Vélez y su tesorero, el Dr.Roberto Pérez Nieves, ambos como aspirantes a la presidencia, en ruta a perpetuar métodos y estilos en la institución. Más aún, gente de confianza, custodios del tracto administrativo creado por ellos mismos.
El Dr. Carlos Díaz fue el mismo que certificó a Ramos Otero en el fraudulento cuarto término 2020-2022, sin elecciones en el CMCPR y se certificó a sí mismo, algo improcedente, contrario a la ley y el reglamento.
Díaz Vélez asume la presidencia tras una campaña que prometía saneamiento y transparencia total en la institución, y el compromiso de realizar una auditoría fiscal dizque de la “pasada administración”.
Bajo la incumbencia de Díaz Vélez como vicepresidente, se bloqueó y se continúan bloqueando las expresiones de docenas de médicos colegiados que han levantado su voz opuestos a las políticas de vacunación y que han advertido sobre el serio peligro de las vacunas contra el Covid-19 sobre la población, que incluye serios problemas cardiovasculares, hematoencefálicos, neurológicos, incluyendo la muerte. Un tema que ha sido vedado y no se permite que trascienda a la matrícula o a la población.
Bajo ese período, como mano derecha de Ramos Otero, se refirió a la Dra. Sally Priester a la Junta de Licenciamiento, se destituyó al Dr. Domingo Cáceres de la presidencia de la Fundación del CMCPR y al secretario del Colegio, Dr. Luis Landestoy.
Bajo la incumbencia de Díaz como vicepresidente y mano derecha de Ramos Otero, se desfalcó al CMCPR con el natimuerto plan médico, se celebraron eventos políticos contrario a reglamento, se realizaron múltiples nombramientos ilegales…
Se nos indica que Díaz mantiene en su posición a antiguos asesores legales de Ramos Otero, vinculados a las propuestas de acceso a los fondos pandémicos, incluyendo abogados que alegadamente no están colegiados, mientras impulsa la colegiación compulsoria de los médicos en Puerto Rico.
Se alega que el nuevo presidente ya recibió la VISITA DE LOS FEDERALES, quienes alegadamente investigan a Ramos Otero, y se rumora que son personas de interés en la investigación: el tesorero bajo la incumbencia de Ramos Otero, el Dr. Roberto Pérez Nieves; un relacionista público; dos abogados y el propio Dr. Carlos Díaz.
Documentos del CMCPR certificaban a Ramos Otero, Pérez Nieves y Díaz Vélez, como las únicas personas autorizadas para firmar cheques y documentos bancarios.
Alegadamente, Díaz Vélez expresó a fuentes de entero crédito que se preparen, porque de un momento a otro estarán recibiendo la visita de los federales en el CMCPR.
Debacle y corrupción en colegio de médicos