Tenso inicio de vista ejecutiva en la Cámara de Representantes

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Tenso inicio de vista ejecutiva en la Cámara de Representantes

Luego de confrontar problemas de memoria, el presidente de la Comisión cameral de Salud, Juan Oscar Morales, acusó a la exsecretaria auxiliar de administración del Departamento de Salud (DS), Adil Rosa Rivera, de mentir bajo juramento tras retomar su testimonio ante el cuerpo, que investiga los procedimientos de compra de equipo médico y pruebas diagnósticas de la agencia durante la pandemia del coronavirus.

La acusación ocurrió después de que Rosa Rivera, quien rechazó una oferta de inmunidad de la Comisión de Salud, ofreciera detalles generales del proceso de cotización y de compra de pruebas rápidas que involucró a la empresa Castro Business. Siguiendo una cuidadosa línea de preguntas, Morales indagó si Mabel Cabeza, una empleada de Salud destacada en la Fortaleza, había impulsado la contratación de esa compañía.

“Señor presidente, con mucho respeto no le puedo dar ese dato porque no lo recuerdo”, respondió Rosa Rivera.

“No tengo por qué mentirle. No lo recuerdo. Entiendo que alguien me lo refirió, pero no lo recuerdo”, agregó en otro momento.

Sosteniendo un documento en la mano, Morales indicó: “Le refresco la memoria, fue Mabel Cabeza”. El documento, según el representante, era un correo electrónico de Cabeza del pasado 22 de marzo, donde recomendaba contactar al dueño de la empresa Ricky Castro para la adquisición de pruebas rápidas.

“Nuevamente, no dice la verdad ante la Comisión de Salud”, afirmó el representante.

Antes de convertirse en el enlace entre la Fortaleza y el Task Force médico creado por la gobernadora Wanda Vázquez Garced para lidiar con la emergencia sanitaria, Cabeza ocupó el puesto de “chief of staff” del exsecretario de Salud Rafael Rodríguez. Pero cuando Concepción Quiñones de Longo asumió la jefatura de la agencia de forma interina la destituyó del cargo y pasó entonces a la mansión ejecutiva. Finalmente, el nuevo secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, la despidió en medio de otra controversia por la entrega unas pruebas diagnósticas.

Rosa Rivera negó en múltiples ocasiones que Cabeza participara en los procesos de compras en la Salud. Reconoció, sin embargo, que la animosidad entre Cabeza y Quiñones de Longo creó ansiedad al personal de la agencia cuando Cabeza pasó a la Fortaleza y comenzó a requerir información como parte del nuevo cargo.

No fue la única vez que Morales increpó a Rosa Rivera por ofrecer testimonio, que le pareció contradictorio.

Al inicio de la vista, Rosa Rivera se retractó del testimonio que ofreció el pasado martes sobre la participación de Quiñones de Longo en reuniones con el “Task Force” médico.

“Hubo una confusión de fechas. El 24 marzo no estaba, pero el 25 de marzo sí estuvo. Me retracto y fue error mío”, afirmó.

Para corroborar su testimonio, Rosa Rivera indicó que William Méndez, un miembro del “Task Force” médico, llevaba las minutas de las reuniones de trabajo. La revelación provocó que Morales, a petición de representante María Milagros Charbonier, ordenara que Méndez entregara copia de las mismas esta tarde.

«Está clara en que está declarando algo distinto a lo que declaró en la vista pasada», insistió el representante.

Antes de responder las preguntas de los representantes, Rosa Rivera rechazó una oferta de inmunidad. «No soy culpable de nada. Yo vengo aquí solamente a decir la verdad”, apuntaló.

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